Eduardo Vizcaíno | Experto en ventas
Todos a vender

En los últimos tiempos crisis, primas de riesgo, EREs, recortes, déficit cero son, tristemente, palabras habituales en nuestro vocabulario. A ellas, añadimos las continúas quejas sobre lo mal que está la economía, lo poco que se vende y lo irritado que anda todo el mundo.

Cuando te encuentras por la calle con alguien y le preguntas que tal está, lo primero que te dice con cara de enfado es - ¡Mal! Con la que está cayendo, ¿cómo quieres que esté? No se vende nada y, además, los clientes tampoco te pagan y los bancos no te dan crédito.

Sigues tu camino pensando que tiene razón, que todo anda algo revolucionado y bastante mal, pero que no te debes conformar. Seguramente, mi talante optimista me hace ver la botella medio llena, incluso, en momentos como los actuales. Además, mi carácter emprendedor, inconformista y luchador me obliga a no darme por vencido y buscar soluciones para poder cambiar el curso de los acontecimientos, en lo que a la gestión de mis empresas se refiere.

Al contrario de lo que suelen hacer muchas compañías, cuando peor está el mercado, los sectores e, incluso, la economía, más hay que apostar por las acciones comerciales y de marketing. Cuando los productos o servicios “se despachan”, “nos los compran”, es cuando menos tenemos que realizar promociones ya que no son necesarias.

Aumentar los equipos de venta y las campañas de comercialización en momentos de carestía económica es mucho más apropiado e inteligente que hacerlo cuando todo es alegría, dispendio y desfase, económicamente hablando.

Cuanto peor están las ventas, cuanto más complicado es vender, cuando la competencia es más agresiva e, incluso, hunde los precios, es cuando tenemos que pensar que los equipos, sean del departamento comercial o no, tienen que tener claro que para sacar adelante los objetivos empresariales no queda más remedio que tener una cultura comercial amplia, constante y agresiva.

Y para ello, buscar en nuestros empleados aquellos que tengan las cualidades y competencias más idóneas y adecuadas y, con una buena formación, ayudarles a dar el salto y que salgan todos a vender.

Con el tiempo, llegarán los resultados y entenderemos la frase que siempre decía Picasso: “no sé porqué, pero las ventas, siempre me pillan vendiendo”.