Septiembre siempre ha sido un mes propicio para la búsqueda de empleo. El parón que supone el mes de
agosto, se compensa con una febril actividad reclutadora por parte de las empresas que quieren comenzar
el nuevo curso laboral cubriendo sus necesidades de crecimiento.
Si te encuentras en ese momento en el que deseas incorporarte al mundo del empleo, o estás buscando un
nuevo rumbo en tu carrera profesional, no cabe duda que septiembre es el mes adecuado para hacerlo.
Pero, cuando te enfrentes ante la tarea de participar en los diferentes procesos de selección a los que
envíes tu historial profesional, no dejes de tener en cuenta alguna de las recomendaciones que, a
continuación, te expongo:
- Lee bien la solicitud: confirma que tu perfil profesional se ajusta al anuncio en el que lo
solicitan.
Si existe algún requisito que no cumples, mejor no lo envíes. El “por si acaso” no sirve.
- Un solo Currículo Vital, en Castellano e Inglés: no lo cambies según la entrevista a la que acudas.
Prepáralo para todas las que vayas a tener, y defiéndelo con argumentos impactantes, serios y, sobre
todo, coherentes. Improvisación, la justa.
- Tranquilidad: no te pongas nervioso si ves que envías muchos curriculum y no te contestan. No eres
el
único que está buscando un empleo. Otros pueden ajustarse más al perfil demandado.
- Entrénate en la entrevista: te pueden llamar para participar en procesos en los que el puesto que te
ofrecen, una vez que te informan del mismo, no es el que deseas. No te preocupes. Sigue en ellos
hasta
el final y entrénate en las entrevistas de selección. Te ayudarán a perder el miedo y cuando llegue
la
que te interesa de verdad, habrás ganado práctica.
- No mientas: como dice el viejo refrán, antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Piensa que estás
frente a un profesional de la selección que está acostumbrado a contrastar los datos y sabe asociar
preguntas trascendentes con otras que no lo parecen tanto y que, sin embargo, están cargadas de
información.
- Paciencia: según vayas avanzando en el proceso, las distintas partes del mismo se irán complicando y
tendrás que hacer pruebas y entrevistas. Afróntalas con optimismo y serenidad. Las prisas son malas
consejeras.
- No pienses sólo en el dinero: todo trabajo debe tener su justa correspondencia salarial, pero ello
no
debe ser motivo de controversia. Y mucho menos, al inicio del proceso. En su justo momento se
hablará
del salario, que no parezca que es lo único que te interesa.
- Mira a los ojos: es señal de sinceridad y de seguridad en uno mismo. No tienes nada que ocultar,
todo
lo contrario.
Y por último, como recomendación final, SE TU MISMO.
No intentes cambiar las cosas. Somos como somos. Ante todo, naturalidad y sinceridad. Ganarás mucho más
mostrándote ante el entrevistador profesional como eres tú en realidad que si pretendes aparentar ser
otra persona.
No te olvides que el encargado de la selección, el consultor ante el que vas a explicar tu trayectoria
profesional y vital, está preparado para saber si estás diciendo la verdad o estás queriendo ser lo que
no eres.
Además, y no lo olvides, en muchos procesos de selección se utilizan pruebas psicotécnicas cuyos
resultados son contrastados durante la entrevista.
Se tu mismo. Seguro que tienes muchas aptitudes necesarias para la empresa que está buscando
profesionales con ganas de trabajar, formarse, crecer y triunfar en un mundo altamente competitivo.